"Estoy seguro que si en algún momento González dudó entre dos hombres para un mismo ministerio, finalmente eligió al de barba para dar esa sensación", comentó.

Para Llongueras, "la barba durante la primera época del socialismo era una muestra de renovación; algo que a estas alturas ya está pasado de moda y no refleja esa imagen".

En su opiión, "ahora, lleva barba la gente que quiere porque es una cuestión de prática y de nada más".

El peluquero consideró, en las mismas declaraciones a esta agencia, a esta agencia, que "el llevar barba es un signo de coquetería porque necesita mucho cuidado, por lo que está claro que este Gobierno va a ser un Gobierno de barbudos y de coquetones".

SERRA, EL COQUETON

A juicio de Llongueras, "sin lugar a dudas, Narcis Serra es el ministro más coquetón, con una barba muy bien cuidada". El corte de brba del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, comentó el peluquero, "es el tipo de barba de cura de pueblo y en el fondo tiene toda la pinta de bonachón que no le queda nada mal".

Gómez Navarro, ministro de Comercio, es un hombre que utiliza la barba como truco, según Llongueras, para adelgazar la cara enorme que tiene, "cuadradísima y redonda. Por eso, creo que en el momento que perdiera unos kilos, podría dejar de llevar la barba".

En su opinión, el nuevo ministro de Agricultura, Vicente Abero, tiene una "cara exótica, como de mejicano", y ese rostro sin su bigote y barba quedaría "raro", y a su vez, "tanto pelo le ayuda a disimular su perfil huidizo haciéndolo más recto".

Por su parte, la barba de Belloch, ministro de Justicia, tiene "muchas transparencias" y le da un "aire antiguo pareciéndose a Santiago Ramón y Cajal". Su barba y su bigote le acortan la nariz "larguísima" que tiene y le adelgaza la forma de la cara y sus "anchísimas mandívulas".

En el caso del ministro Pérez Rualcaba, Llongueras estima que, "con la calva que tiene, utiliza barba y bigote para darle más fuerza y compensar la falta de pelo".

De acuerdo con el conocido estilista catalán, el nuevo ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, lleva la barba para "adelgazar la cara grande y redonda que tiene. Lo digo sin la menor duda".

SOLANA. CARA DE DON NADIE

El peluquero comentó igualmente a Servimedia que la barba de Javier Solana "es la que más sensación de seriedad da de todos los ministros, y esty seguro de que este ministro sin ella quedaría con una cara de don nadie".

Para el estilista catalán, la imagen de Gustavo Suárez es un caso "rarísimo, ya que a diferencia de todo el mundo, tiene un pelo super blanco y unas patillas y cejas negrísimas. "Es un hombre con unas canas especiales que le dan una gran personalidad", valoró. Sinembargo, Saavedra, actual ministro de Administraciones Públicas, necesitaría un bigote porque "le daría un aire mucho más jovial".

De acuerdo con su análisis, Joé Luis Corcuera "está muy correcto como está, porque tiene mucha expresividad en la boca y junto con su tono de voz, complementa para el tipo de ministerio que lleva".

Llongueras afirmó por último que la valoraba positivamente la inclusión de las mujeres que forman parte del Gobierno socialista. "Las tres nuevas ministras son tres mujeres guapísimas y con un pelo muy bien cuidado", concluyó.