"Charlie Hebdo", que es el semanario satírico más popular de Francia, se dio a conocer mundialmente tras difundir en 2006 unas caricaturas de Mahoma publicadas originalmente en un medio danés y que habían dado lugar a amenazas de fundamentalistas islámicos. "Charlie Hebdo" ganó en los tribunales franceses la denuncia por difamación que le interpuso la mezquita de París y la Unión de Organizaciones Islámicas.

Ahora, el veterano caricaturista Siné ha lanzado su propio semanario que, en su página web, define como "mal criado, impertinente, libertario y en colores".

Su propósito es aguantar en los kioscos sin publicidad y sin patrocinios, a fin de permanecer libres de interferencias. "Es una apuesta que estamos dispuestos a asumir, aunque no ocultamos que va a ser una batalla dura", explica.

"Siné Hebdo", que contará con más de 50 colaboradores, ha hecho un llamamiento a todos sus simpatizantes para que hagan donativos con los que mantener la publicación, "aunque sean de un euro".

Las tarifas para abonados son de 84 euros anuales en Europa, 95 en la Unión Europea y 125 en el resto del mundo, aunque con precios reducidos para desempleados, estudiantes, prisioneros, jubilados y perceptores de la Renta Mínima de Inserción.

El comentario que Siné publicó en "Charlie Hebdo", y que provocó su despido, se produjo tras conocerse el compromiso Jean Sarkozy con una joven de una adinerada familia judía. Siné, haciéndose eco de unos comentarios según los cuales el hijo del presidente habría dicho que se convertiría al judaismo antes de la boda, señaló que "el jovencito va a lograr abrirse camino en esta vida".

La dirección de "Charlie Hebdo" consideró entonces que Siné había transgredido la carta de principios del semanario que prohibe cualquier declaración racista o antisemita. Siné respondió calificando al director de la revista de "sinvergüenza que atenta contra la libertad de prensa" y tildando a sus detractores de "serviles y chupaculos".