Llamazares hizo estas declaraciones durante la conmemoración del 28 aniversario de la Constitución en el Congreso de los Diputados, en una intervención que aprovechó para recordar que sería un "buen momento" para la anulación de los juicios franquistas, con una ley sobre memoria histórica más ambiciosa que la presentada por el Gobierno.

El líder de IU resaltó que "el reto en estos momentos está en aplicar la Constitución, que no se aplica", especialmente en lo que se refiere a los derechos sociales, en particular en el derecho a la vivienda, que debe protegerse de frente a la corrupción y la especulación.

En este aniversario de la Constitución, prosiguió, "un acuerdo triste" es el alcanzado con la jerarquía eclesiástica, ahora que "sería el momento de liberarse de las ataduras del franquismo y de los poderes fácticos, uno de los objetivos de la Constitución democrática".

Este acuerdo "no es un avance, es una concesión a la presión de la jerarquía eclesiástica, a su insumisión frente al Gobierno, por lo que nos vamos a declarar también insumisos" ante un decreto que concede a la Iglesia "una financiación de privilegio, le permite el control de la formación religiosa en los centros públicos, que esa educación en creencias se mezcle con la pública".

Por último, Llamazares expresó su desacuerdo con las diez propuestas de reformas constitucionales que propone el PP, con el objetivo, advirtió, de "cerrar lo que el constituyente no quiso cerrar: el modelo autonómico".

"Quiere revisar de manera involutiva y cerrar el proceso autonómico", concluyó el líder de IU, con una propuesta que "no se compadece con la situación actual, porque pretende retroceder en avances muy importantes hacia un Estado federal, e imponer un modelo de carácter unitario".