El máximo órgano entre asambleas de IU, en su primera reunión del Consejo Político tras las elecciones generales del 9 de marzo, debatirá las normas de la IX Asamblea Federal, con el calendario para la actualización de los censos que servirán para determinar el reparto por federaciones de los 800 delegados.

Asimismo, se debatirá el documento político que presentará el coordinador general, y en el que emplaza a la formación a "un nuevo compromiso colectivo: la reconstrucción de Izquierda Unida desde los principios y valores constituyentes, 22 años más tarde, en la sociedad en la que trabajamos y vivimos, para contribuir a la construcción del Socialismo del Siglo XXI".

"Analizar la derrota electoral, las razones de la pérdida de apoyo e influencia de IU es vital para el futuro. Pero tan importante como ello es que los afiliados y afiliadas de IU, con nuestros amigos y amigas, seamos los protagonistas del debate", añade.

Para el líder de IU, son los militantes "quienes llevan el peso de la organización, quienes dejan lo mejor de su vida en articular y organizar la movilización social, quienes llevan la voz de la izquierda a los ayuntamientos e instituciones, quienes deben gozar de las condiciones y tener en sus manos los instrumentos adecuados para el debate".

"Con este documento iniciamos un debate que queremos libre, transparente, democrático, donde todas las posiciones tengan espacio, capacidad para ser conocidas y defendidas en todo el trayecto asambleario", insiste, por lo que presenta al Consejo sólo un guión sobre el que "articular un cuerpo político sobre la base de las opiniones que la afiliación y las federaciones nos aporten".

"LLAMAZARISMO SIN LLAMAZARES"

Esta reunión del Consejo se celebrará, según dijeron a Servimedia fuentes del PCE, en un clima de "tensión" y con el sector crítico sospechando que suponga "una especie de 'Gatopardo', cambiar algo para que nada cambie".

Las mismas fuentes advirtieron de que esta Asamblea no debe abrir la puerta a un "Llamazarismo sin Llamazares", y expresaron su temor a que se plantee presentar una nueva candidatura con otra cabeza visible, pero el mismo equipo de los últimos años.

Estas fuentes expresaron también su rechazo al proceso de revisión de censos propuesto por la dirección federal, y resaltaron que son las propias asambleas de las federaciones las que deben ajustar los datos de sus militantes.