En opinión de Llamazares, ese modelo de privatizaciones, "más que modelo de liberalización", se basaba "en la eliminación de cualquier participación pública en las empresas, en la creación de olipolios y en la vinculación de estos oligopolios y el poder político".

Agregó que el camino de Telefónica es la impugnación más clara de este modelo. En primer lugar, se ha producido la indepedencia de la oligarquía creada con respecto al poder político y en estos momentos "hay una confrontación evidente entre los gestores de Telefónica y el poder político que les colocó en Telefónica".

"En estos momentos, estamos a punto de rozar el esperpento", dijo en este sentido, porque puede ser que "no solamente se elimine la vinculación política entre el Gobierno y Telefónica", sino que además, "con su fusión con la KPN, Telefónica se convierta en una empresa pública de un país extranjero, de Holana".