"El Gobierno de Bolivia está ejerciendo sus atribuciones legítimas" y recuperando "la propiedad" de sus medios naturales, dijo Llamazares en rueda de prensa. Insistió en que la petición de Evo Morales no debe "escandalizar" a nadie y, de hecho, destacó que el BBVA, que gestionaba esas inversiones en nombre del Gobierno boliviano, "no se ha escandalizado".

A su juicio, lo que está ocurriendo es que las empresas y los bancos negocian con los estados, y oyendo a los dirigente del PP "da la impresión de que España debería agitar las banderas de la confrontación con el Gobierno boliviano", cuando la solución de esas relaciones empresariales no corresponde a las instancias públicas.

Para Llamazares, si España quiere mantener una perspectiva de buenas relaciones con los países de América Latina, tiene que ser "repetuosa con su soberanía" y apoyar el "cambio" que se está produciendo en esos países, "porque es positivo".

Lo que debe hacer el Gobierno español, a su juicio, es "promover" un cambio en "la cultura de las empresas españolas" y transformar la tradición "del expolio por la cultura de la colaboración". Sólo así se podrá garantizar la permanencia de las empresas españolas y las buenas relaciones diplomáticas.

Reprochó, sin embargo, al PP que trate de poner al Gobierno al servicio de los intereses de las empresas, porque, bajo su punto de vista, el Ejecutivo debe trabajar por los intereses de los ciudadanos españoles y latinoamericanos y por el bien de las futuras relaciones con los países del otro lado del Atlántico.