Llamazares manifestó en Granada que el comunicado de la Conferencia Episcopal pidiendo que no se vote a determinados partidos políticos por haber negociado con la banda terrorista ETA demuestra que la jerarquía eclesiástica "añora el nacional- catolicismo".

Por eso, instó a los dirigentes del PSOE, no sólo a criticar la nota de los obispos, sino también a hacer visible una posición política "clara" y definida" para "avanzar" en la aconfesionalidad del Estado.

El candidato de IU a la Presidencia del gobierno apostó por revisar los acuerdos Iglesia-Estado, "que datan de tiempos preconstitucionales", para progresar socialmente en un sentido laico y acabar así con "los privilegios financieros" de que goza la Conferencia Episcopal, que "debe asumir un modelo de autofinanciación".

Además, subrayó que hay que dejar las "creencias para las iglesias y las mezquitas y la formación para las escuelas" y derogar "la ley que en los años ochenta instituyó una pseudo- confesionalidad del Estado" para abordar una futura Ley de Libertad de Creencias.

"Se ha demostrado que es muy difícil avanzar en la pluralidad de nuestro país en la aconfesionalidad dándole un estatus privilegiado a la Iglesia", apuntó. al mismo tiempo que abogó por "recuperar" la separación entre Iglesia y Estado.

De igual modo, recordó que el Gobierno "le ha estado pasando la mano por el lomo a los obispos" durante esta legislatura con un trato "deferente" para tratar de conseguir una "paz romana" que para IU no se ha logrado, sino que ha derivado en un "enardecimiento" de la Iglesia.

Llamazares insistió en que "defender la Constitución" requiere "eliminar los privilegios" de la Iglesia y "avanzar en legislación civil que reconozca la pluralidad moral de nuestro país", ya que lo que intenta la Conferencia Episcopal es "que la moralidad católica se convierta en la oficial".