LLAMAZARES ALERTA DEL RIESGO DE UNA "DICTADURA DE CONCIENCIA" POR PARTE DE LOS OBISPOS ANTE LA LEY DEL ABORTO
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Intentar imponertodo el país una norma ética a través de una norma jurídica con "coactividad estatal" puede degenerar en una "dictadura de conciencia", según afirmó hoy el director general de Asuntos Religiosos, Dionisio Llamazares, en referencia a la posición de los obispos ante la reforma de la Ley del Aborto.
Llamazares, uno de los máximos responsables en el proceso de diálogo Iglesia-Estado, participó hoy en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) en un encuentro sobre "La objeción de conciencia" organizado por la Uiversidad Complutense.
"Pretender que una norma ética de un determinado colectivo confesional, religioso o no, se convierta en una norma obligatoria en virtud de la coactividad estatal es para los españoles algo muy arriesgado", indicó.
Para Llamazares, es de agradecer que todos los colectivos con un cierto peso social, como es el caso de la Iglesia, expresen su opinión sobre la posible reforma de una ley tan importante como la del aborto.
Sin embargo, matizó que otra cosa muy distinta es lapretensión de que esa opinión sea reflejada literalmente por la posible norma jurídica que salga de esa discusión.
En relación con las recomendaciones de los obispos de votar a determinados partidos que mantengan una actitud contraria a la ampliación de la Ley del Aborto, el director general de Asuntos Religiosos afirmó que, aunque sea "legítimo" inclinar el voto en uno u otro sentido, otra cosa distinta es que sea "coherente".
"El que una comunidad que dice estar regida por el amor", continuó Llmazares, "se convierta en signo e instrumento de división entre los españoles, no me parece en absoluto coherente".
El conferenciante relacionó esta situación con el "fantasma de un próximo pasado", ya que lo religioso no debe convertirse jamás en un motivo de confrontación política entre los españoles.
En cuanto a la posición de la sociedad en el debate, Llamazares señaló que la opinión pública lo asume como un hecho ya existente, "sin posibilidad de volver hacia atrás".
Pero no es tan clar, añadió, que la sociedad sepa si la reforma debe hacerse y, en caso afirmativo, en qué sentido. "Es muy difícil detectar qué camino sería el más razonable", comentó.
(SERVIMEDIA)
05 Ago 1991
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