"No se puede reducir el desarrollo constitucional ni la interpretación de la Constitución a dos partidos que, aunque imprescindibles, no son los únicos", explicó Llamazares a Servimedia.

"Es, además de un grave error del Gobierno, una muestra de inseguridad en los procedimientos democráticos y un intento de reducir la pluralidad política", añadió.

Según Llamazares, se trata de una medida que pretende "un tutelaje de la reforma de los estatutos que la propia Constitución reconoce como capacidad iniciativa de las autonomías" y que es fruto de la respuesta del PSOE, "que ha acusado las presiones ejercidas por el PP y ha cedido a sus exigencias".

"El plan Ibarretxe no puede servir de excusa para que PP y PSOE monopolicen el interpretación constitucional y los estatutos de autonomía", concluyó.