En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Llamazares comenzó por pedir al Gobierno "que se aclare" y defina una posición única sobre "la serpiente de verano" en la que han convertido la posible compra de suelo de las inmobiliarias.

Indicó que si ya había "dos voces" en economía, la de Pedro Solbes y la de Miguel Sebastián, ahora el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, "se ha sumado a la confusión" opinando sobre este asunto.

La opinión de Izquierda Unida es clara: "no hay que socializar las pérdidas" de las inmobiliarias mientras los beneficios se mantienen privatizados.

Esa posibilidad sólo se podría plantear, en su opinión, si al mismo tiempo se creara un impuesto sobre las plusvalías del suelo que han permitido hasta ahora grandes beneficios a esas empresas.

Sin embargo, permitir que esas empresas se sigan beneficiando de las expectativas creadas por el suelo y que luego sean las administraciones públicas las que paguen esa expectativa, sería tanto como cometer "malversación de fondos públicos", manifestó.

Llamazares se mostró partidario de otro tipo de iniciativas, como "reorientar" el plan de infraestructuras para adelantar obras de desaladoras y de rehabilitación de viviendas, y aprobar "un plan de choque" de construcción de viviendas protegidas.