Según dijo Llamazares en el Congreso, el Gobierno "ha decidido no decidir" al situar la revisión del cierre de Garoña después del fin de la presente legislatura, que expirará en marzo de 2012.

Llamazares entiende que el Ejecutivo ha adoptado una "decisión salomónica", de esas "que no solucionan el problema y no contentan a nadie; no contenta al movimiento ecologista, pero tampoco contenta a aquellos que defienden el mantenimiento de la energía nuclear".

Por ello, el portavoz de IU vaticinó que el Gobierno "no será aplaudido, será silbado desde ambos tendidos", porque "no soluciona el problema, decide no decidir" y evidencia la existencia de un Ejecutivo "débil y dividido".