Durante su comparecencia ante la Comisión de Administración y Función Pública de la Asamblea de Madrid, a iniciativa del PP, Lissvetzky precisó que el 30 por ciento del personal de la Secretaría General Técnica de su departamento fue transferido a Transportes, también de nueva creación, para no duplicar funciones.

Los criterios de la reestructuración, además de la eficiencia, para no repetir puestos de trabajo, han sido la desconcentración y la coordinación administrativa.

Educación y Cultura, pendiente de asumir nuevas transferencias educativas, prevé un crecimiento paulatino de personal laboral a lo largo de 1992 para atnder cuatro nuevas escuelas infantiles y un archivo regional.

La interpelante, Blanca de la Cierva, diputada conservadora, mostró su preocupación por la unión de Educación y Cultura para constituir una nueva consejería, porque los altos cargos no han disminuido, "sino que hay más que en la pasada legislatura".

"Su departamento cuenta en la actualidad con 15 altos cargos y 3.710 personas a su cargo, de las que la gran mayoría son eventuales y sólo 725, funcionarios", declaró.

Por último, la prlamentaria reconoció que se observa un "lento descenso" del número total de trabajadores de la Consejería de Educación y Cultura.

El Grupo Parlamentario Popular de la Cámara regional viene convocando desde hace dos semanas a los responsables de cada una de las consejerías del Gobierno que preside Joaquín Leguina para que expliquen las repercusiones de la reestructuración orgánica de sus departamentos.

El PP parte de la premisa de que la Comunidad de Madrid ha aumentado el número de trabajadores ventuales de la Administración autónoma, en perjuicio de los funcionarios, y el de altos cargos regionales.