Tras afirmar que "no conozco a nadie, ni siquiera a los periodistas, políticos ni jueces que no cometan errores", Lissavetzky reconoció que "por supuesto que los hemos cometido, pero la grandeza de la política es saber reconocer los fallos cometidos y decirlo".

De cara a los próximos comicios, el secretario general de la FSM destacó el papel que jugarán las comunidades autónomas y los ayuntamientos, debido al actual proceso transferencial y a la descentralización de oderes desde los gobiernos regionales a los ayuntamientos.

Asimismo, explicó que, aunque "nadie nunca está satisfecho", es necesario destacar que durante los gobiernos socialistas se han reducido la diferencias con Europa en aspectos como la educacion y se ha avanzado en la universalizacion de los servicios.

El líder del PSOE afirmó que "ahora queda el reto de la calidad" y resaltó que, de cara a los comicios del 95, hay dos modelos: el de la derecha y el que nosotros denominamos progresista.

En su opinión, el próximo programa electoral del PSOE girará en torno a las politicas sociales, acuñando el término de que el próximo decenio será el de lo social, y tendrá en cuenta los nuevos modos de organizacion social, como la plataforma del 0,7 o la contraria a la incineradora de Valdemingomez, "porque queremos estar al tanto de ese nuevo funcionamiento de la sociedad".

Por último, Lissavetzky dijo que ni la FSM ni la CAM han encargado ninguna escuesta sobre intención de voto, "lo que no signifca que no vayamos a hacerlas". Añadió que hasta la fecha "no ha habido ningún ofrecimiento a nadie por parte de este secretario general, que es quien tiene que hacer los ofrecimientos, para encabezar listas socialistas ni a la CAM ni al Ayuntamiento".