En su intervención, don Felipe se sumó a este reconocimiento y agradeció a los diplomados la atención y el compromiso prestado para garantizar la recuperación y conservación de esta especie en peligro de extinción, cuya conservación, dijo, "no sería posible sin contar con la participación y cooperación de los propietarios de los terrenos privados".

Segn el príncipe, el lince ibérico es uno de los animales más hermosos de nuestro patrimonio natural y emblema del ecosistema mediterráneo. Por ello, reclamó a todos que se comprometan en esta labor de conservación del lince, porque "peligra su existencia", advirtió.

Por su parte, la ministra destacó la importancia de los acuerdos de gestión firmados con los propietarios de las fincas, una iniciativa a la que se han ido incorporando cerca de 90 propietarios "y a la que esperamos se sigan sumando en el fuuro nuevos participantes".

Su objetivo final es compatibilizar la conservación del lince y otras especies amenazadas, como el águila imperial, con el aprovechamiento racional y sostenible de los recursos naturales de estos territorios.

A día de hoy 76 fincas privadas se han acogido a convenios voluntarios y representan 112.000 hectáreas. Un total de 9 lo han hecho con la ONG WWF/Adena y 25 con la Fundación CBD-Hábitat. Otros 43 propietarios los han suscrito, a partir de 2002, con la Junta de Andaucía.

"Una vez más", concluyó la ministra, "lo público y lo privado han aunado esfuerzos en beneficio de todos, incrementando nuestra riqueza natural y preservándola para el futuro. Debemos estar contentos".