El documento establece cinco categorías en función del grado de vulnerabilidad que presente la especie, para lo cual e tiene en cuenta el número de ejemplares, las características del área de campeo y el uso del hábitat, entre otros aspectos.

El lince ibérico es la única especie que está incluida en la primera categoria, que aglutina a aquellas que presentan mayor grado de vulnerabilidad.

La población mundial de lince ibérico se reduce a un millar de ejemplares, la mayor parte de los cuales habitan en España, ya que en Portugal viven unos cincuenta individuos.

Según el "Libro rojo de los vertebrados de Espña", el 44 por ciento de los linces españoles se concentran en dos núcleos, uno situado en Sierra Morena Oriental, en las provincias de Ciudad Real, Jaén y Córdoba, y otro en los Montes de Toledo, en Ciudad Real.REGRESION

En el Parque Nacional de Doñana (Huelva) y su entorno se estima que habitan medio medio centenar de ejemplares, a pesar de que hace años la población debió ser numerosa.

La regresión que ha experimentado la especie durante los últimos treinta años hace que en la actualidad e lince ibérico sólo ocupe un dos por ciento del territorio español, cuando a mediados del siglo pasado estaba presente en casi todas las regiones peninsulares.

Las principales amenazas para el lince ibérico se centran en la fragmentación del área de distribución, que contribuye a la dispersión de las poblaciones; la reducción de las poblaciones de conejos, presa principal de estos carnívoros; la transformación del hábitat, y la mortalidad inducida por el hombre, entre las que destacan las muertes accientales por la acción de lazos y cepos colocados para la explotación comercial de conejos, los atropellos y la caza furtiva.

Aunque en España la especie está protegida desde 1966, la caza ilegal con armas de fuego es el motivo del 25 por ciento de las muertes conocidas en los últimos años.