Durante una visita a este distrito para comprobar la marcha del Plan de Limpieza General, la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, se mostró satisfecha con el estado del barrio, especialmente porque se están combatiendo los graffiti, que, según la delegada, además de afear la ciudad, generan un coste absurdo que se eleva hasta los seis millones de euros.

La nueva Ordenanza de Limpieza que elabora el Gobierno de Alberto Ruiz-Gallardón contempla un aumento de las sanciones para quienes realicen pintadas y graffiti. En la actualidad estas infracciones conllevan una multa máxima de 150 euros, y la nueva norma fijará una sanción de entre 300 y 3.000 euros, que puede llegar hasta 6.000 euros en caso de reincidencia.

Botella insistió en que la limpieza de las calles "es una responsabilidad compartida por todos", y dijo que el objetivo del Plan de Limpieza General, que comenzó en octubre de 2007 en el barrio de Malasaña y se extendió a todos los distritos en enero de este año, es que "Madrid sea la ciudad más limpia de Europa".

Cada actuación del Plan de Limpieza General de Usera es abordada por 92 operarios y en cada una de ellas se utilizan 60 máquinas. Según Botella, hasta el momento se han realizado cinco intervenciones del mencionado Plan de Limpieza, en concreto en Orcasitas, Zofío, Pradolongo, San Fermín y avenida de Rosales.

Durante su visita a Usera, algunos vecinos acompañaron a la delegada y sus opiniones sobre la limpieza del barrio fueron diversas. Juani, una vecina, declaró a Servimedia que "Usera nunca ha estado tan limpio como ahora", mientras que otra vecina, Margarita, aseguraba que "este barrio es un abandono".