"Salir todos los días en los periódicos, en la radio y en la televisión", explicó, ha hecho que la gente diga "anda, pues voy a conocer al limpiabotas del Palace" y de paso se limpian los zapatos.

Afirmó que le "parece muy mal" que se tilde a un político de "señorito" por limpiarse los zapatos, y añadió que considera "increible" que por una cosa así pueda suscitar una controversia pública.

Fernández Souto indicó que"porque el señor Arenas se limpie los zapatos ahí (en "el trono", la silla de aspecto regio donde se sientan sus cliente en el Palace) , ni es más señorito ni menos señorito que los demás, es una persona normal". En este sentido, añadió que quiere "romper una lanza a favor del señor Arenas, porque no es un señorito".

Por esa razón, expresó su deseo de que el presidente del Gobierno, Felipe González, vaya alguna vez a solicitar sus servicios, porque "nunca ha venido" y recordó que en su primera época cmo limpiabotas en el Palace tuvo una vez a José María Aznar como cliente.

Con respecto a Javier Arenas, indicó en un primer momento que le da buenas propinas, aunque luego matizo que no le da "ni mucho ni poco, lo normal".

Asimismo, declaró que la relación que mantiene con el candidato del PP a la presidencia de Andalucía "es muy buena, muy cordial. Viene, nos saludamos, hablamos y ya está", aunque indicó que "nunca, nunca" charlan sobre política, sino sobre otras "incidenccias y noticias que saln", de fútbol o de toros, por ejemplo, "dependiendo de la temporada".

Explicó que no encuentra diferencias entre los socialistas y los populares como clientes de los limpiabotas, ya que no se gastan "ni más ni menos" dinero. Aclaró que cuando él entró a trabajar en el Palace, hace seis años, la época de la "pana" socialista ya había desparecido ya "la cosa ya estaba normalizada".

Luis Fernández Souto nació hace 42 años en Arzúa (La Coruña) y se hizo limpiabotas cuando terminó "la mili" en Madrid,hace 16 años.

"En ese momento estaba la cosa igual de mal que ahora y dije: me pongo de limpiabotas. Se me ocurrió así, a voz de pronto". Pasó 10 años trabajando en este oficio en la cafetería Nebraska, hasta que le contrataron en el Hotel Palace, donde lleva ya seis años.