La remodelación, incluída en el Plan de Cercaías de Madrid, afecta a una parada muy utilizada, en la que confluyen las líneas 1, 2 y 7 de trenes de cercanías con las 6 y 8 del Metro, además de estar situada debajo del paseo de la Castellana.

Por su especial ubicación, se construirá una nueva marquesina en el exterior del acceso norte, con una configuración arquitectónica y urbanística más propia del enclave.

Asimismo, se habilitará el acceso sur como entrada alternativa a la estación, respetando la fachada actual de la entrada por la arquera del recinto de Nuevos Ministerios.

El vestíbulo tendrá una nueva ubicación, en un nivel inferior al actual, de manera que permita al usuario, mediante una pasarela dispuesta sobre los andenes, acceder directamente a las galerías de conexión del Metro, acortando de manera importante los tiempos de recorrido.