EL LIBRO "ENSEÑALE A VER LA TELE" MUESTRA LAS CLAVES PARA HACER DE LA PEQUEÑA PANTALLA UN "ALIADO" EDUCATIVO
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La televisión puede constituir una valiosa herramienta educativa, siempre que se utilice con moderación y no como un "canguro", y con la selección de contenidos adecuados para la formación infantil.
Esta es la tesis que defiende la psicóloga infantil María Luisa Ferrerós en su último libro, "Enséñale a ver la tele" (Editorial Planeta), en el que ofrece una batería de consejos a los padres para lograr que los más pequeños saquen el mejor partido de la televisión.
"Mucha gente sostiene que la tele es mala y que lo mejor es que esté apagada", declaró la autora en una entrevista concedida a Servimedia. "Pero yo no lo veo así. La televisión puede enseñar muchas cosas y convertirse en un aliado de la educación de los hijos, porque los niños tienden a imitar lo que ven, y si ven cosas buenas en la tele, las intentarán hacer también".
Ferrerós cree que, gracias a la tele, el niño puede no sólo aprender una serie de valores, sino saber compartir y respetar a sus hermanos o padres. Para ello, no basta con restringir a una media hora diaria el consumo televisivo o desterrar de la programación permitida los espacios con violencia física o verbal.
"TELE-CANGURO"
Hay que evitar errores cada vez más comunes, como la proliferación de televisores por toda la casa. "Dos como mucho, a ser posible un televisor en toda la vivienda. Los niños aprenden a respetar los espacios de los adultos y además, con una sola tele, se fomenta la comunicación entre la familia. Hay que procurar huir de la 'tele-canguro', dejando a los críos solos ante el televisor".
En "Enséñale a ver la tele" también se recomienda que los hermanos pequeños vean los programas propios de su edad y no los de sus hermanos mayores, o que se aproveche los anuncios para hacer actividades en común en la familia. Y por encima de todo, que la televisión no reste horas de sueño a los pequeños, algo también demasiado habitual en España.
La autora considera que los telespectadores más desprotegidos en España son los más pequeños. "Para los críos de 3 o 4 años apenas hay espacios, 'Los lunnis', los 'Teletubbies' y poco más. Al final, acaban viendo y acostumbrándose a los programas para más mayores. Eso se traduce en que los niños de 7 años ven los espacios para los de 9, y los de 11 años, los contenidos dirigidos a los de 14 o 15".
Respecto a la autorregulación de las cadenas y las iniciativas de protección de la franja horaria infantil adoptadas por el Gobierno, Ferrerós cree que el Ejecutivo se está tomando en serio el problema, pero echa en falta una mayor petición de asesoramiento a profesores y psicólogos sobre los contenidos televisivos que consideran más conveniente que vean los menores.
(SERVIMEDIA)
19 Mar 2005
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