El año pasado la facturación se situó en torno a los 900 millones, con una afluencia de cerca de dos millones de visitantes, que se vió enturbiada por algunos días de lluvia. En esta edición, en la que parece que el sol va a brillar desde el pincipio, los responsables de la feria esperan que el balance sea más positivo.

Albarrán es la primera mujer que preside la feria, y eso le ha dado un cierto margen a la reina para realizar el recorrido de las 441 casetas acompañada por ella y por la ministra de Cultura, Carmen Alborch, que se iban alternando en las recomendaciones de libros.

"Ha sido un paseo muy entretenido", dijo la presidenta, quien aseguró que "la reina está muy al corriente de las últimas novedades, y se ha interesado por áras muy diversas. Hemos ido hablando de gustos literarios y del buen tiempo que hacía hoy".

La ministra de Cultura señaló que "la feria es una invitación a la lectura, y con este clima es doblemente agradable pasear por este parque. Pero cada año los libros están mejor hechos y no necesitan de atractivos añadidos", añadió.

En cuanto a la proximidad de la supresión del IVA para los libros, Alborch aseguró que ese es un tema que requiere tiempo para ajustar muchos aspectos, y observó que "algunos delos libros que he visto en la feria son ediciones muy buenas y, en cambio muy baratas ya".