La joven aseguró tras declarar en el Juzgado que ha explicado al magistrado "toda la verdad" y que no quiere volver al barrio de Montserrat de Granollers, donde se encuentra el domicilio familiar. Según dijo, desde que denunció los hechos no ha hablado con sus hermanos. "Igual que ellos dicen que yo he muerto para ellos, ellos han muerto para mí", añadió.

Según fuentes judiciales, durante su declaración Rosi Torres ratificó la denuncia contra su adre y sus hermanos mayores, José, de 20 años, David, de 19, y Marisol, de 18. El juez la había citado como presunta responsable de encubrimiento de parricidio, aunque salió en libertad al considerar el magistrado que no tenía responsabilidad penal.

Los tíos de la joven, Lucía Guardia y Francisco Grau, con los que se marchó a vivir a su casa de Sant Cugat del Valls (Barcelona) el mismo día en que sucedieron los hechos, el pasado 24 de diciembre, también declararon hoy ante el juez instructor del caso. La madre de Rosi Torres ingresó ayer en la cárcel de Wad-Ras de Barcelona, acusada de parricidio, mientras que los tres hermanos mayores volvieron a su casa por la noche. Los otros dos hijos, de 14 y 11 años, aún se encuentran a disposición de la Fiscalía de Menores.

Rosa Guardia, de 37 años, confesó ayer ser la autora de la muerte a puñaladas de su marido y del posterior emparedamiento del cuerpo en el doble fondo del armario de la habitación del matrimonio.