Así lo manifestó hoy en Lugo el responsable de Industria y Comercio de la Xunta, Juan Fernández, que dijo que es obligado acatar la resolución del Constitucional y aseguró que upondrá un cambio "brutal y traumático" para miles de pequeños comerciantes de Galicia y de toda España.

Fernández explicó que en Galicia habrá que adaptar la legislación sobre comercio, al tiempo que indicó que son necesarias ayudas del Gobierno estatal para hacer frente a una reconversión comercial.

En opinión del responsable de la Xunta, esta reconversión podría originar el cierre de muchos establecimientos y la pérdida de numerosos empleos de autónomos, que también generan algunos puestos de rabajo adicionales.

La Ley de Comercio de Galicia, una de las afectadas por el fallo del Constitucional, preveía una apertura máxima de 60 horas a la semana, con el cierre de los establecimientos comerciales en domingos y festivos, salvo excepciones.

Con el fallo del TC, los comerciantes tendrán total libertad en cuanto a los horarios de apertura y cierre de sus comercios, lo que beneficiará a las grandes áreas comerciales.