Así lo señala en una nota de prensa con motivo de la celebración, este domingo, del Día Mundial de los Derechos del Consumidor.

Respecto al primer asunto, Ceaccu teme que el efecto más inmediato que puede esperarse de la inmediata liberalización eléctrica "plena" sea un incremento notable de las tarifas.

Por otro lado, prevé que el reparto de papeles entre distribuidoras y comercializadoras genere dificultades a la hora de exigir responsabilidades en caso de irregularidades en la prestación (interrupciones, problemas con la facturación) y confusión en el consumidor acerca de qué compañía le está prestando cada servicio.

Además, Ceaccu denuncia el deterioro paulatino en los servicios de atención al cliente, con la desaparición de las oficinas abiertas al público, en una tendencia que podría agudizarse.

En referencia al nuevo Reglamento de Etiquetado, explica que ha puesto en marcha estos días un plan de "lobbying", dirigiéndose a los Parlamentarios Europeos encargados de votar próximamente esta Propuesta para reclamarles que los alimentos ofrezcan con claridad toda la información que el consumidor necesita para tomar decisiones de consumo más informadas y saludables.

Estas demandas son establecer un tamaño de letra mínimo, llevar al frontal del envase la información esencial (como la nutricional y la denominación del producto) e impedir el uso por parte de la industria de raciones ficticias a la hora de dar esos datos.

Finalmente, Ceaccu solicita una mayor intervención por parte de la Fiscalía, ante los nuevos fraudes que sufren los consumidores, como los relacionados con Internet (physing) o la telefonía (números de tarificación adicional) por lo que pedirá la creación de una Fiscalía de Consumo específica para la protección penal de los consumidores.