LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA DE GENERO DEBE SER JUZGADA POR EL AUMENTO DEL NÚMERO DE DENUNCIAS, SEGÚN SOLEDAD MURILLO
- La secretaria de Política de Igualdad asegura que la violencia es "la máxima expresión de la desigualdad"
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La secretaria general de Política de Igualdad del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales,Soledad Murillo, afirmó hoy, en una jornadas organizadas por el Grupo Socialista de la Asamblea de Madrid, que la Ley Integral contra la Violencia de Género "no puede ser juzgada por el número de personas que fallecen", sino por "el aumento del número de denuncias,del número de órdenes de protección y de mujeres que sostienen las denuncias".
Tras explicar que en 2004 el12% de las mujeres que denunciaron a sus agresores retiró posteriormente las denuncias y que en 2005 ese porcentaje se redujo al 10%,y que se han incrementadolas denuncias un 8% y las órdenes de protección un 18%, Murillo destacó que "no podemos jugar con la víctimas; pido el mismo trato que otras víctimas, que tienen un pacto de no jugar con cifras".
"Esta ley supone romper el pacto de silencio que tienen las víctimas de maltrato, las únicas que no denuncian al agresor y le dan mil oportunidades, no hablan de ello con nadie y disimulan sus lesiones en un centro de asistencia", explicó.
"Cómo no va a haber muertes en un sitio donde nuestra credibilidad y prestigio no ha logrado todavía saltar el techo de las empresas, de los ámbitos de alta decisión", señaló Murillo, que añadió: "Hay que ganar cuotas de autoridad, en el sentido de representación e igualdad de trato y consideración, no de porcentajes".
"No quiero que las cifras sirvan para laureles ni para artillería", dijo Soledad Murillo, que manifestó que "la violencia es la máxima expresión de la desigualdad".
En las jornadas sobre "Actuaciones en la aplicación de la ley contra la violencia de género", celebradas en el Salón de Actos de la Cámara regional, Murillo señaló que "el origen de la desigualdad está en las raíces culturales, que se desactivan ganando autoridad en el espacio público, que es espacio de la gloria; no el privado, que es el espacio de la máxima invisibilización".
Señaló que "el espacio público es el espacio de la autoridad y del prestigio por excelencia, donde se genera el mutuo reconocimiento y donde las mujeres tenemos necesidad de estar, no como colectivo sino compartiendo representación", añadió.
"Como dice Celia Amorós, convirtámonos en absolutas inquisidoras cuando no se da la igualdad", señaló Murillo, que recordó que en el Consejo de Europa está integrado mayoritariamente por varones. "Busquemos y denunciemos esa irracionalidad", añadió.
Indicó que "tuvimos el coraje de defender el concepto de violencia de género", que se introdujo por primera vez en el Código Penal,"y ahora estamos con cuestiones de inconstitucionalidad que se basan en un desconocimiento absoluto de lo que es la violencia de genero".
"Llevamos al límite la legislación poniendo al agresor como lo que es, un delincuente. Hemos convertido este tema en una cuestión de Estado y ahora nos persiguen, desde la lupa, diciendo que esta ley no tiene fondos. Los tiene", concluyó.
(SERVIMEDIA)
28 Nov 2005
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