Según Zabalía, todavía es pronto para opinar de un texto que no ha sido formalmente presetado por el Ejecutivo, aunque expresó su deseo de conocerlo a fondo y valoró positivamente que este tipo de normas relativas a la seguridad del Estado "se debatan", siempre que no vayan "en detrimento de la claridad y del conocimiento de hechos" presuntamente delictivos.

El portavoz nacionalista insistió en que la regulación de los secretos es un asunto "delicado" en el es necesario "guardar un equilibrio entre la necesidad de mantener algunas informaciones como confidenciales y las libertades y derecos de los ciudadanos".

El Gobierno, por tanto, deberá "ir con cuidado" en un "tema complicado" como este, puesto que "cada uno de los poderes -ejecutivo, legislativo y judicial- tiene un ámbito competencial y hay ocasiones en que determinados asuntos tienen incidencia en los tres".

Zabalía dejó en el terreno de lo ambiguo su opinión acerca de si debe ser el Gobierno o los tribunales los que decidan en última instancia sobre el levantamiento del secreto, al afirma que habrá "analizarlo en cada momnto".

Lo que si dejó claro es que "en ningún caso, ninguna actuación de ninguno de los tres poderes puede ser motivo de encubrimiento de actuaciones irregulares de ningún tipo".