El diputado socialista reconoció en Antena 3 que la posibilidad de que cincuenta parlamentarios de un solo partido puedan instar la ilegalización de otra formación política "nos sonaba mal, nos parecía poco prudente y poco respetuoso con el juego político democrático".

Sin embargo, añadió, eso no es lo mismo que facultar a la mayoía de las Cámaras para instar ese proceso, como sugirió el ministro de Justicia, Angel Acebes. En opinión de Pérez Rubalcaba, esa vía "reforzaría la sensación de que no se trata de una actuación partidaria".

En su opinión, hay una notable diferencia entre esta posibilidad sugerida por Acebes y la posición del presidente del Gobierno "diciendo que esto va a misa y que no se cambia ni una coma". "En esa diferencia nos sentimos reconocidos", afirmó.

Insistió en que el PSOE comparte con el Gobierno e objetivo principal, la ilegalización de Batasuna, pero cree conveniente una reflexión calmada para tratar de que la reforma concite un consenso similar al que obtuvo la aprobación de la Ley de Partidos.

Pérez Rubalcaba precisó que el pacto por las libertades no corre peligro, pese a denunciar que Aznar "ha buscado votos durante mucho tiempo en el terrorismo, por lo que ahora "le cuesta muchísimo aceptar el pacto". Ante la pregunta de si acusa abiertamente al Ejecutivo de electoralismo, respondió: "Eneste momento, sí. Creo que no hay otra forma de entender este comportamiento".

El Ejecutivo, explicó, "ha incumplido uno de los elementos sustanciales" de aquel acuerdo, como es el compromiso de acordar las posibles modificaciones legales, ya que el PSOE se enteró de su intención de reformar la Ley de Partidos "por un teletipo, un domingo a las ocho de la tarde".

"Es inaceptable y mezquino que el presidente del Gobierno diga que en el PSOE nos arrugamos. Eso es incumplir la letra y el espíritu de pacto. Es injusto y desconsiderado", afirmó Pérez Rubalcaba, que reconoció un enfriamiento en las relaciones entre socialistas y populares a raiz de esta discrepancia.