Díez, que calificó a Arzalluz como el "abogado defensor de Herri Batasuna", aseguró que los recursos a los tribunales "nunca nos han dado miedo. Ojalá todo el mundo recurriese a los tribunales. De lo que nos quejamos es de que no todo el mundo recurre a los tribunales, recurren a otras cosas", sentenció, en referencia a la organización terrorista ETA.

A su juicio, el líder del PNV no está preocupado por la constitucionalidad de la nueva Ley sino por el efecto electoral que puede tener la ilegalizaciónde Batasuna, ya que podría concentrar sus votos en otra formación y mandar "al garete" la aspiración peneuvista de arrebatarle algunas alcaldías.

"Lo claro y lo evidente es que la constitucionalidad le preocupa un bledo (a Arzalluz) y lo que le importa, como siempre, es la repercusión electoral, si le perjudica a su partido, porque si creyera que le fuera a beneficiar estaría encantado pero ha calculado que le puede perjudicar", dijo.