Durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso de los Diputados, Montoro esbozó las líneas generales de la ley, a cuya aprobación se comprometió en la campaña electoral del 2000. Así, el llamado "sector terciario" tendrá un marco fiscal más apropiado que supere al actual y mejore el tratamiento fiscal tanto de las entidades in fines de lucro como de los incentivos aplicables por donativos, donaciones y aportaciones dedicadas a favor de estas entidades.

Además, explicó que mejorará la transparencia, la gestión y el seguimiento desde la Administración. "Las entidades sin ánimo de lucro estarán exentas de tributación por las rentas que se deriven de su finalidad filantrópica, de su patrimonio o que sean meramente complementarias de éstas", dijo.

Las demás rentas que obtengan estas entidades tributarán a un tipo reducid. Se mejoran los incentivos fiscales a las donaciones tanto en el IRPF como en el Impuesto de Sociedades. Con esta ley, se asegura la "supervisión" de la Administración para que la gestión de las entidades sin fines de lucro sea transparente y responsable.

Por último, Montoro recordó que las entidades sin ánimo de lucro tendrán la obligación de informar de sus actividades y sus inversiones para facilitar el control por parte de los organismos públicos.