También destacó que los hijos y nietos de emigrantes españoles se podrán beneficiar cada año de este visado en un número determinado que se fijará en el contingente de empleo anual para extranjeros no comunitarios.

Rumí explicó, asimismo, que en ese contingente de empleo se fijará cada año un número de visados de bsqueda de empleo para determinados sectores o actividades, como, por ejemplo, el servicio doméstico o de cuidados sociosanitarios.

En este sentido, la diputada socialista aclaró que mientras los hijos y nietos de emigrantes españoles se podrán beneficiar de ese visado para la búsqueda de empleo en España en cualquier actividad o sector, los inmigrantes sólo accederán a ese visado en determinados sectores.

Además, Rumí destacó que la enmienda socialista sobre este visado recoge que éste "debe ir drigido a aquellos países con los que España ha firmado acuerdos bilaterales de flujos migratorios", acuerdos, que según dijo, se deberán seguir firmando, si aún no se ha hecho, con aquellos países de los que siguen llegando un mayor número de inmigrantes.

Resaltó que el Gobierno ha aceptado una enmienda socialista para que los consulados españoles en el extranjeros, que son los que otorgarán estos visados, sean dotados de los medios materiales humanos y técnicos necesarios.

Por otro lado, Rumí surayó que el Gobierno ha aceptado la enmienda socialista para la creación de un Observatorio contra el Racismo y la Xenofobia, enmienda, que, según dijo, responde a las críticas de quienes afirman que el PSOE es "cómplice" de la política racista del PP.

También salió al paso de quienes opinan que los inmigrantes accederán a trabajos precarios con tal de no perder la residencia, y señaló que muchos españoles sufren actualmente precariedad laboral, cuestión que debe solucionar el Gobierno.

Finalment, Rumí recalcó que este acuerdo con el Gobierno "es un paso importante y positivo para la normalización en el tratamiento de la inmigración, algo que estaba alejado estos últimos años", y agradeció a aquellas asociaciones y sindicatos que han valorado ese acuerdo, precisamente, por se un paso hacia la normalización del discurso de la inmigración.