LEY ELECTRICA. EL GOBIERNO CARGA SOBRE AYUNTAMIENTOS Y AUTONOMIAS LA RESPONSABILIDAD DE ENCARECER LA LUZ EN SUS TERRITORIOS
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El Consejo de Ministros aprobó hoy el proyecto de Ley del Sector Eléctrico, diseñado para preparar la transición de estas empresas a la libre competencia en el plazo de diez años. Sin embargo, el proyecto incluye novedades sustanciales, como que la luz podría no valer lo mismo en toda España por los recargos que apliquen las comunidades autónomas y los ayuntamientos.
El proyecto de ley, según explicó el Ministro de Industria, Josep Piqué, garantiza na tarifa máxima única para todos los españoles, pero permite a corporaciones locales y gobiernos autónomos determinar recragos sobre el precio de la electricidad en su territorio.
Piqué dijo que hay garantías para que, si las administraciones locales y territoriales optan por el recargo, ese dinero no sea financiado por los consumidores de otros lugares del país, de manera que el coste político asociado a esa decisión será asumido por los políticos locales que lo decidan.
Sin embargo, admitió qu deja la puerta abierta a que se rompa la unidad de precio final de la electricidad durante los diez años que se mantendrá la regulación de precios en España.
No obstante, el ministro advirtió que este efecto podría paliarse por la propia liberalización progresiva que prevé la ley, y que irá permitiendo cada vez a más consumidores -en función de sus volúmenes de consumo- acceder a la libre contratación del suministro con las compañías. Serán los llamados consumidores elegibles.
Para 1998, año en l que se prevé que entre en vigor la ley, serán los grandes clientes los primeros en disfrutar de la libre contratación de suministro -aquellos que gastan más de 20 gigawatios al año-, es decir, grandes compañías y complejos industriales, y el objetivo es que en diez años todos los usuarios del servicio eléctrico puedan disfrutar de esta posibilidad.
El objetivo es, según Piqué, introducir la competencia en un sector que, hasta ahora, dijo, ha estado "orgiásticamente intervenido", porque no deja ningú margen a los mecanismos del mercado.
Mediante la reforma del sector, señaló, las empresas deberán fijar un precio para la energía que producen en el momento de ponerla en el mercado, forzando una competencia a la baja y una mayor eficiencia de las instalaciones y la gestión.
Así, explicó, el kilowatio hora pasará de una media de 14 pesetas a 11, en un periodo de 10 años fijado para introducir progresivamente la competencia, es decir, un ahorro de 3 pesetas de media que en términos globales repreentará un ahorro acumulado a lo largo del proceso de 1 billón de pesetas.
De momento, según reiteró el ministro, para 1998 se aplicará una rebaja nominal del 2% en la tarifa y un 1% en los años siguientes del periodo transitorio, dejando para el final un ajuste adicional del 3%.
(SERVIMEDIA)
23 Mayo 1997
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