Los arquitectos están muy satisfechos de la nueva ley, que Duró calificó de "casi excelente", porque supone la culminación de un consenso que no ha sido posible en 20 años.

El presidente de los arquitectos subrayó que las empresas españolas no tienen nadaque envidiar a las de otros países europeos en cuanto a calidad de la construcción, aunque existe una banda de constructores que no alcanza unos mínimos de profesionalidad que sí se verán afectados por las exigencias de la nueva ley.

Duró pronosticó que la Ley de Edificación va a impulsar un "avance en la calidad de este país, en los ámbitos que no está profesionalizado".

Otra ventaja, a juicio de los profesionales, es que los diferentes agentes que intervienen en la construcción quedan a partir e ahora perfectamente identificados, así como sus responsabilidades, lo que facilitará los procesos de reclamación de daños o vicios de construcción.

En cuanto al seguro decenal que obliga la ley al promotor, Duró no cree que incremente el precio de los edificios más de un 1 por ciento. Como contrapartida, garantiza que responderá la compañía de seguros en caso de problemas de estructura o de asentamiento de la construcción.