"El debate educativo es el de una ley mal hecha, mal planteada, poco negociada y que es tremendamente regresiva. Eso es lo que muchos queremos cambiar, y para ello, nada mejor que hacer las cosas de una manera distinta a como las hizo el PP, que es buscando un acuerdo. Por eso, lo rzonable es parar el balón, sentarse y recuperar el consenso", declaró a Antena 3 Televisión.

Pérez Rubalcaba aseguró que el Gobierno catalán le ha contado que no hay "ningún acto administrativo, ni ningún acto formal del Gobierno suspendiendo la aplicación de la ley".

"Lo que hay", prosiguió, "es simplemente una expresión de una voluntad política que se entiende bastante fácilmente: si el PSOE llevaba en su programa electoral la derogación de algunos aspectos sustanciales de la Ley de Calidad, un ley que salió sin consenso de prácticamente nadie, es sensato que las comunidades autónomas que tienen que poner en marcha la ley dentro de seis meses, le digan al PSOE que si vamos a parar la Ley lo digamos ya, para no tener que poner en marcha todo el proceso de cambio educativo".

Pérez Rubalcaba confirmó que su partido planea aprobar una moratoria de un par de años en la aplicación de la ley, con la intención de "rehacer el consenso en ese tiempo".

VIDA PARLAMENTARIA

Por otra parte, el diriente socialista mostró su confianza en que en la legislatura que ahora comienza "la vida parlamentaria, esta vez, coja ritmo, vuelo y altura" y se refirió a quien será el portavoz popular en la Cámara Baja, Eduardo Zaplana, diciendo que "puede ser un rival digno de tener en cuenta".

El dirigente socialista calificó como un error la "autoexclusión" del PP de las negociaciones para consensuar la composición de las Mesas del Congreso y el Senado. "Creo que la gente agradece ver a todos los partidos, con ndependencia de las matemáticas", consideró.

Sobre cuál cree que será el talante del PP en la oposición, Pérez Rubalcaba dijo que "no sería bueno que fuera una oposición con crispación, tensión y malas artes". En cuanto a la actitud que está mostrando en los últimos días el presidente del Gobierno en funciones, José María Aznar, el dirigente socialista interpretó que "le está costando mucho digerir su derrota electoral".

En este sentido, calificó la decisión de Aznar de solicitar por escrito la atorización del PSOE para llevar a cabo el relevo de las tropas destacas en Iraq de "infantil e impertinente".