En una entrevista concedida a Servimedia con motivo de la publicación de su libro "Humanidades y enseñanza. Una larga lucha" (Taurus), Rodríguez Adrados señala que los socialistas deberían rectificar y "no hacr demagogia" para defender un modelo educativo que ha traído "una situación insostenible de descenso del nivel de los alumnos, indisciplina y desmotivación del profesorado".

A su juicio, los cambios prometidos con la Ley de Calidad permiten ser optimistas. Por ejemplo, cree que la separación de los alumnos en itinerarios a partir de los 14 años es beneficioso. "El dogma de que todos los alumnos tienen que estudiar lo mismo hasta los 16 años es un tanto opresivo y ha bajado muchos los niveles, igual qu eso de que apruebe todo el mundo", afirma.

Respecto a la enseñanza de lenguas clásicas, confía en que se cumplan las previsiones que ha barajado el Gobierno en los últimos meses, de modo que en Tercero de ESO se establezca una asignatura obligatoria de Cultura Clásica y en Cuarto otra de iniciación lingüística para los alumnos que quieran ir a la Universidad.

En cuanto al Bachillerato, aspira a que se dé Latín y Griego a todos los alumnos de Humanidades, no sólo para los de la rama de Clásicas. Rodríguez Adrados cree que las condiciones políticas para sacar adelante ahora la reforma son mucho mejores que en la frustrada de las Humanidades de la etapa de Esperanza Aguirre.

"Aquella fue una legislatura frustrante, porque se mezclaron problemas políticos con la educación. Ahora Pilar del Castillo está sufriendo una ofensiva muy fuerte, pero tiene mayoría absoluta y un claro apoyo de José María Aznar", indica.

De la gestión de la actual ministra, se felicita de su voluntad de mejorar lasHumanidades, aunque sobre la LOU manifiesta que habría sido más radical en el capítulo referido al acceso a la función docente poniendo "oposiciones serias".