En la relación de causas que actualmente definen las "necesidades educativas especiales" se inclirán los trastornos graves de personalidad.

A los alumnos con necesidades especiales, se les escolarizará en función de sus perfiles, integrándolos en grupos ordinarios, en aulas especializadas en el mismo centro o en centros de educación especial. También se desarrollarán programas de formación específica para los profesores que imparten enseñanzas a estos alumnos.

Al finalizar cada curso, la Junta de Evaluación y el Servicio de Inspección revisarán la modalidad de escolarización de estos alumno y su grado de consecución de los objetivos educativos.

Con el fin de facilitar la integración social y laboral de los escolares que no puedan conseguir los objetivos previstos en la enseñanza básica, las Administraciones educativas promoverán ofertas formativas adaptadas a sus necesidades.

En cuanto a los alumnos superdotados intelectualmente, por primera vez este colectivo será objeto de atención en una ley educativa. Se establecerán las normas básicas para reducir la duración del aprendizaje d estos alumnos en los distintos niveles y etapas del sistema educativo.