Finalmente, habrá de nuevo un examen de reválida, que se denominará Prueba General de Bachilleato (PGB); desaparece la promoción automática de curso y se separará a los alumnos en itinerarios a partir de los 14 años.

En cuanto a la reválida, que será necesaria para obtener el título de Bachiller y acceder a la Universidad o FP de Grado Superior, cada alumno dispondrá de cuatro convocatorias para superar la prueba. Una vez agotadas sin éxito, el aspirante podrá presentarse por la vía establecida para los mayores de 23 años.

La PGB será una prueba externa al centro educativo, se referirá a odas las asignaturas de la modalidad del Bachillerato elegida y comprenderá un examen de lengua extranjera con una parte oral. El resto de los ejercicios serán escritos.

La nota del título de Bachiller será la media del expediente de los dos cursos de Bachillerato y de la calificación obtenida en la prueba.

Respecto al segundo filtro que podrán establecer los centros universitarios de acuerdo con lo establecido en la LOU, la ministra señaló en rueda de prensa que los centros con problemas de plazs tendrán la posibilidad de hacer una evaluación complementaria de conocimientos (no una segunda reválida), que computará un 40%, frente al 60% del expediente del Bachillerato.

ITINERARIOS

En cuanto a la ESO (12 a 16 años), las dos principales novedades son la vuelta de la repetición de curso con la desaparición de la promoción automática y la separación de los alumnos en itinerarios a partir de los 14 años.

En la ESO desaparecen los ciclos y la evaluación se realizará por asignaturas al final e cada uno de los cuatro cursos. Para pasar de curso no se podrán tener suspendidas tres o más materias y cada curso podrá repetirse sólo una vez. Se podrá realizar una prueba extraordinaria para superar las asignaturas pendientes antes de que finalice el curso, cuya fijación en el calendario decidirán las comunidades autónomas.

Por lo que se refiere a los itinerarios en la ESO, los alumnos escogerán en Tercero entre dos vías: técnico-profesional y científico-humanística, y en Cuarto, se establecerán res itinerarios: técnico-profesional, cientifico y humanístico. Los itinerarios tendrán asignaturas comunes y específicas, entre estas últimas el Latín.

Para aquellos alumnos mayores de 15 años que no deseen incorporase a ninguno de los itinerarios, habrá programas de Iniciación Profesional (actual Garantía Social).

El Cuarto de ESO tendrá un carácter preparatorio para los estudios posteriores, bien sean de Bachillerato o de FP, y pasará a denominarse Curso para la Orientación Académica y Profesinal Post-Obligatoria (COAP).

Serán los alumnos, junto con sus familias, y con la asistencia del departamento de orientación del centro, quienes elegirán el itinerario.

En cuanto a la oferta en los centros, Del Castillo afirmó que la ley no fija nada al respecto, porque es "un tema competencia de las comunidades autónomas". "No tengo duda de que emplearán el sentido común", aventuró la ministra, quien consideró que es bueno también que los propios centros tengan margen de maniobra para "acentuar s especialización" en este ámbito.

En su opinión, los itinerarios no abren ningún problema de plazas docentes, porque las asignaturas seguirán siendo prácticamente las mismas.

OTROS CAMBIOS

La Ley de Calidad afectará a todos los niveles del sistema educativo. En Infantil se introduce el aprendizaje de lectura, escritura y habilidades númericas. Además, se podrá iniciar el estudio de una lengua extranjera y de las nuevas tecnologías.

El documento dice que las comunidades autónomas, en la medda de sus disponibilidades presupuestarias, deberán hacer lo posible para extender los conciertos en el segundo ciclo de Infantil (3-6 años), que ahora es del 93% de media en el Estado.

En Primaria, se revisarán las enseñanzas mínimas para potenciar las áreas instrumentales (Lengua y Matemáticas), las lenguas extranjeras y el fomento de la lectura.

Además, habrá programas de escolarización para favorecer la integración de los alumnos extranjeros y se reforzarán los centros de educación especial. Respecto al Bachillerato, el documento propone reducir de cuatro a tres las modalidades: Artes, Ciencia y Tecnología (fusiona los actuales Ciencias de la Naturaleza y de la Salud y Tecnológico) y de Humanidades y Ciencias Sociales.

La ley señala que el calendario escolar tendrá un mínimo legal de 175 días lectivos por año académico, algo superior a la media actual de las comunidades autónomas.

A los directores de los centros los elegirán comisiones de ámbito territorial constituidas por repreentantes de las Administraciones y los órganos colegiados de los centros (claustro y consejo escolar). Los directores verán reforzadas sus competencias en parcelas como la aplicación de medidas disciplinarias para garantizar la convivencia en las aulas.

El anteproyecto elimina la autorización administrativa previa a los libros de texto. Los editores sólo deberán respetar los principios de la Constitución y los decretos de enseñanzas mínimas.

La regulación actual de la asignatura de religión y su lternativa no sufren cambios tras esta ley, en contra de las exigencias hechas por los obispos. Seguiremos, dijo Del Castillo, en una "situación similar a la de ahora".

Preguntada por la financiación que llevará aparejada esta ley, la ministra no cerró ninguna puerta y se señaló que se decidirá cuando se determine el impacto económico de los cambios.

Del Castillo indicó que la ley se marca como objetivo conseguir "un sistema de calidad para todos", mediante la potenciación de la cultura del esfuezo.

La ministra se mostró convencida de que ha habido el diálogo previo suficiente sobre el documento, que garantizó que continuará hasta que el Gobierno apruebe el proyecto de ley tras el estudio del anteproyecto por el Consejo Escolar del Estado y el Consejo de Estado.