Las tres organizaciones promotoras de la protesta, Sindicato de Estudiantes (SE), CANAE y FAES, discreparon de las cifras del Gobierno y hablaron de "seguimiento masivo" y "nuevo éxito" del movimiento estudiantil. La huelga estuvo acompañada de manifestaciones en las principales ciudades del país. A la de Madrid, que transcurrió sin incidentes entre la plaza de Colón y la sede del ministerio en la calle de Alcalá, asistieron unos 5.000 jóvenes (10.000 según los organizadores y 2.000 según la Delegación del Gobierno).

La marcha estuvo encabezada por una pancarta con el lema "En defensa de una educación digna. Por una reforma educativa en beneficio de los hijos de los trabajadores", y los participantes corearn eslóganes como "Itinerarios basura para la ministra de Cultura" y "Pilar del Castillo, hija del Caudillo".

Estuvo presente una delegación de IU encabezada por su líder, Gaspar LLamazares, quien dijo que es necesario que "la fuerza social salga a la calle para doblegar la voluntad del PP de sacar adelante de forma unilateral una contrarreforma educativa".

La secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Miriam Municio, se congratuló por el seguimiento de la protesta contra una ley "segregador" y "elitista", que "quiere expulsar pronto a los alumnos del sistema educativo para convertirles en mano de obra barata".

Aseguró que su colectivo ha realizado una encuesta entre 300.000 alumnos de todo el Estado, y el 86% rechaza los principales cambios anunciados por el Ejecutivo con esta ley: vuelta de la reválida, separación de los alumnos en itinerarios a partir de los 14 añs y supresión de la promoción automática.

Para José Antonio García Díez, presidente de CANAE, hace falta una contestacón ciudadana como la de hoy para que el Ejecutivo no repita la imposición de la Ley Universitaria (LOU).

DEMAGOGIA

Al término de la manifestación, la ministra de Educación compareció ante los medios informativos y señaló que las reformas en enseñanza "siempre son complicadas y se prestan a tratamientos demagógicos" que pueden culminar en huelgas y manifestaciones.

A su juicio, las protestas tendrían sentido si no se hubiese dialogado como paso previo a la presentación del anteproyecto o si las eformas buscasen de verdad "privatizar la enseñanza o meter a los alumnos en jaulas", como, en su opinión, sostienen sin base algunos colectivos.

Reiteró que la ley persigue realmente acabar con el fracaso escolar, que provoca que uno de cada cuatro alumnos no concluya la ESO en España, y una mejor formación posible para cada alumno.

Del Castillo se preguntó qué habría ocurrido si su departamento hubiese hecho público el borrador del proyecto sin haber celebrado reuniones con las organizaciones d la comunidad escolar y las fuerzas parlamentarias.

La ministra compareció ante los medios tras entrevistarse con delegaciones de Izquierda Unida y los sindicatos STES y FSIE dentro de la serie de encuentros que mantiene sobre la reforma. De estos últimos, el primero rechaza la ley y el segundo la apoya plenamente.