La organizacion denunció en un comunicado que estas personas fueron deportadas "con violencia" y sin posibilidad de solicitar asilo o protección internacional, cuando muchas de ellas sí podrían acogerse a estas figuras.

"Han quedado atrapadas en las zonas boscosas próximas a la frontera", donde "carecen de todo tipo de servicios", afirmó.

Por otro lado, 148 personas fueron admitidas en Letonia por motivos humanitarios, señaló, y 500 fueron detenidas tras cruzar la frontera entre agosto y marzo de 2022, según los datos de la ONG.

En ambos casos, los migrantes fueron retenidos en centros de internamiento letones, donde MSF comenzó a prestar apoyo psicológico y psicosocial.

En concreto, responsables de la ONG visitan a los solicitantes de asilo y migrantes detenidos en los Centros de Detención de Inmigrantes de Mucenieki y Daugavpils desde julio. Entre los detenidos, hay familias con niños pequeños, denunció.

En la actualidad, 50 personas permanecen detenidas en estos centros, donde los internos son sometidos a una estricta videovigilancia y carecen de un acceso adecuado a servicios sanitarios. Según MSF, "los detenidos son personas vulnerables, como supervivientes de tortura o violencia sexual, niños y mujeres embarazadas".