Lerma, que habló en todo momento en valenciano, aseguró en el primer mitin de la campaña socialista, celebrado en Valencia, que "cuatro casos de corrupción no pueden acabar con una tarea política importante que hemos hecho en este país".

"Tenemos que reaccionar durante esta campaña", dijo, "pero sin crispació y sin chulería, que chulería tienen mucha los otros". A su juicio, corresponde al Gobierno luchar contra la corrupción, porque es el único que puede impulsar las reformas necesarias para erradicarla.

El dirigente socialista valenciano acusó al presidente del Partido Popular, José María Aznar, de ser "el líder de la derecha europea que no quiere avanzar en la solidaridad". A su juicio, el PP sí tiene un programa claro que no explica porque lo que propugna es "que prosperen unos pocos y además que seanlos de siempre".

GONZALEZ NO LLENO LA PLAZA

El PSOE no consiguió llenar la plaza de toros de Valencia, que tradicionalmente se abarrotaba en los mítines de González. Los más de 20.000 asistentes a este primer mitin de Felipe González en la campaña socialista ocuparon las gradas desde las siete de la tarde y amenizaron la espera bailando al son de la música de la Orquesta Alcatraz, que suele acompañar al PSOE en las campañas electorales.

Al llegar el presidente del Gobierno a la plaza, fue recibdo con gritos de ánimo subrayados por una pancarta de los socialistas de Alcoy que recomendaba a González tener "la moral del Alcoyano", equipo de fútbol famoso por sus derrotas.

Los gritos de "¡Felipe, Felipe!" y el entusiasmo de los militantes y simpatizantes socialistas, que hicieron en repetidas ocasiones la ola, acabaron por justificar la fama cosechada por Valencia de ser la plaza más agradecida para celebrar actos electorales.

Junto a González estuvieron el secretario de Relaciones Intituconales del PSOE, José María Benegas; el secretario de Organización, Ciprià Ciscar; el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Cultura, Carmen Alborch, que llegó a la plaza de toros a pie rodeada de una nube de curiosos que la saludaron en repetidas ocasiones por la calle.

Por su parte, el candidato Fernando Morán manifestó que el Gobierno será el único que defenderá los intereses de España en Europa y que es el momento de optar. No se puede ser indiferente, dijo, porque l tormenta está ahí, pero el arco iris de la esperanza también.