Los focos detectados en las últimas semanas en las provincias de Sevilla y Huelva, explicó, son el resultado de los controles que se realizan, como exige la normativa vigente.

Por tanto, la Consejería de Agricultura descarta cualquier motivo de alarma ya que, tras la vacunación, no se ha detectado ninguna sintomatología en los dos millones de cabezas que componen la cabaña ovina andaluza, la que padece y transmite la enfermedad. Por su parte, el ganado bovino puede transmitirla pero no la padece.

En la actualidad, y tras haberse superado la enfermedad en las provincias de Cádiz y Málaga, donde se inició el pasado año procedente del Norte de Africa, Andalucía se enfrenta a un nuevo foco originario de Portugal. Así, en estos momentos hay 19 explotaciones de ganado bovino de las provincias de Huelva y Sevilla en las que se ha confirmado mediante analítica la Fiebre Catarral Ovina.