Aunque los propios parlamentarios del Grupo Popular en el Congreso pidieron silencio rápidamente a sus compañeros de escaño, Ibarretxe aprovechó la ocasión para reprochar al partido que lidera Mariano Rajoy que no escuchara sus palabras "con el mismo respeto" que había seguido las intervenciones anteriores.

La dirección del Grupo Popular había dado órdenes previamente a sus parlamentarios para que se comportaran con estricta prudencia y moderación durante todo el debate, según reconocieron a Servimedia miembros de esta formación.

El PP pretendía evitar así que el "lehendakari" afirmara desde la tribuna que los diputados no le dejaban hablar a la mínima ocasión en la que le molestaran los comentarios dentro del hemiciclo.

El presidente del Congreso, Manuel Marín, había hecho también 24 horas antes del debate un llamamiento a todos los grupos para que mantuvieran las formas a lo largo de todo el debate.

Este pequeño incidente fue el único en las primeras cinco horas y media de pleno, a pesar de que habitualmente suelen producirse más cruces de acusaciones de un extremo a otro del hemiciclo durante cualquier otra sesión.