A través de un comunicado del Gobierno vasco, Ibarretxe acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al presidente del PP, Mariano Rajoy, de haber pactado las condiciones del debate y las reformas estatutarias en el encuentro que ambos mantuvieron en La Moncloa.

Según el jefe del Ejecutivo vasco, sin un pronunciamiento previo del Tribunal Constitucional, el pleno se celebrará "bajo la más que razonable sospecha" de que se vulnera el principio que obliga a mantener "un cauce de diálogo y negociación entre Las Cortes y el Parlamento Vasco para acordar un Nuevo Estatuto Político para Euskadi".

"No existirá, por tanto", añadió el comunicado, "debate alguno entre los representantes del Congreso y el 'lehendakari', que tendrá que limitarse a defender la propuesta de Nuevo Estatuto en representación del Parlamento Vasco y, en consecuencia, de la sociedad vasca".

A este respecto, el Gabinete de Ibarretxe añadió que pasar a considerar al "lehendakari" como un invitado tras su intervención "es un signo bien elocuente de la imposibilidad de articular un debate abierto, democrático y civilizado en el Congreso".

El Gobierno vasco añade que no puede utilizarse la "excusa" de que los grupos parlamentarios podrán debatir la propuesta soberanista, puesto que estas formaciones "no representan la voluntad democrática y libremente expresada por el Parlamento Vasco el 30 de diciembre de 2004".

Por este motivo, el comunicado añade que "la única persona que representará esta voluntad es la elegida por el propio Parlamento Vasco este mismo lunes y esta persona, Juan José Ibarretxe, no podrá debatir con nadie porque se le ha impuesto que intervenga una sola vez".