El líder 'renovador' no defiende que en el próximo congreso federal del PSOE, previsto para marzo de 1994, los estatutos contemplen esa posibilidad, porque es "mucho mas efectivo" que la limitación de la permanencia en los cargos "se meta en las cabezas de todos, en primer de quienesocupamos cargos público".

Después de aclarar que su propuesta incluye a todos los que ocupan cargos dentro del PSOE y que la limitación en el cargo afecte también a Felipe González, "pero no en este momento", explicó que "los cargos públicos, tanto sociales como institucionales, que estamos en la política tenemos que permanecer un tiempo y luego irnos y lo digo con conocimiento de causa, porque llevo bastante tiempo en el mismo puesto".

Al ser preguntado sobre la afirmación de Alberto Ruiz-Gallarón, presidente del Grupo Parlamentario Popular de la Asamblea de Madrid, de que si no gobernaba la CAM después de la elecciones de 1995 se retira, Leguina dijo: "Lo mejor sería que nos retiráramos los dos".

A continuación explicó por qué: primero porque si Ruiz-Gallardón se retira "es que ha perdido las elecciones y gobierna la izquierda, y, en segundo lugar, porque llevo muchos años y parece lo normal".

No obstante, puntualizó que "si las cosas se ponen de tal forma (dentro de la Federación Socilista Madrileña) que tengo que presentarme, tampoco me voy a poner como doña Juana de Arco".

Precisamente estos días, el sector 'guerrista' de la FSM, encabezado por el presidente de los socialistas madrileños, José Acosta, ha aireado que está dispuesto a apoyar a Juan Barranco, ex alcalde de Madrid, como candidato de "consenso" a la secretaría general, que en la actualidad ocupa Teófilo Serrano.

Para Leguina, la posibilidad de que Barranco sea la persona que facilite el consenso entre 'guerrista' y 'renovadores' no es necesaria porque, aunque "pacificadores voluntarios hay muchos", dijo, "no hay guerra".