La cita, prevista a las 13 horas, fue pedida por Leguin, tras la derrota electoral del PSOE en Madrid, y tenía carácter "privado", según fuentes del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Desde las 12,30 de la mañana, un pequeño grupo de periodistas esperaba la llegada de Leguina, quien les burló entrando por una puerta diferente a la principal.

Los periodistas aguardaron al aire libre, soportando temperaturas de más de 40 grados al sol, con la esperanza de que Leguina se prestará a hacer declaraciones al término de la entrevista. Sin embargo, ésta concuyó hacia las 14,30 horas y los periodistas sólo se enteraron porque un funcionario les informó: "Ya se pueden ir, Leguina ha salido por otro lado".

Esta actitud, poco corriente en Leguina, no era esperada, ya que fuentes de la CAM habían señalado a primera hora de la mañana que el presidente en funciones del Gobierno madrileño "pararía su coche en la puerta de Moncloa" y atendería a los informadores.