LAZARO CARRETER: NO HAY MALOS USOS DEL IDIOMA CUANDO SIRVEN A UNA COMUNIDAD PARA UNA COMUNICACION PERFECTA
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
El director de la Real Academia de la Lengua, Fernando Lázaro Carreter, afirmó hoy en una conferencia que pronunció en los cursos de verano organizados por la Universidad Complutense en el Escoril, que "no hay malos usos (del idioma) cuando una colectividad los adopta simultáneamente y le sirven para una comunicación perfecta".
Al mismo tiempo, pidió a los responsables de los medios de comunicación que aunen esfuerzos y acuerden, en colaboración con los académicos, un libro de estilo que disipe la actual "dispersión" de las normas aplicadas por cada empresa.
Fernando Lázaro Carreter aprovechó la ocasión para reconocer públicamente el esfuerzo realizado por el Gobierno en campañas de apoy a la lengua, recordando que la Administración ha duplicado la dotación económica en 1993.
El académico, que habló sobre "Información e idioma español, hoy", explicó "que si los ciudadanos del imperio romano no hubieran usado perversamente mal la lengua latina, hoy franceses, portugueses, españoles y todos cuantos hablamos idiomas fundados de aquel latín pervertido, no podríamos sentirnos orgullosos de ellos y de las obras que han otorgado a nuestros escritores un puesto en la historia".
Carreter que intervino en el curso titulado "La información internacional en el mundo hispano- hablante", diferenció entre la necesidad de luchar por la unidad del idioma y el que "las perversiones del lenguaje cuando se generalizan no deben causar preocupación".
Sin embargo, criticó el cambio acusado del lenguaje por parte de algunos profesionales de la información y apuntó la necesidad de un entendimiento "fecundo" entre periodistas y académicos.
También dijo que "se plantea la cuestión de por qué los eriodistas en lugar de construir un factor de unidad de la lengua, contribuyen muchos de ellos a su alteración y desintegración".
Carreter instó a los locutores de radio y televisión a no "instigar un tono de confidencialidad con los oyentes, mediante un trato concienzudo".
En su opinión, "la persona tan frecuentemente inculta que habla a su manera, aunque intenta remontarse, se encuentra con un locutor que como parte de su estrategia, trata de utilizar un registro no muy distante, afianzándose e el vulgarismo".
El director de la Real Academia insistió, sin embargo, en que la institución que preside no se dedica a desaprobar ciertos modos de lenguaje. "Simplemente, no lo registra; ningún diccionario de nuestra lengua faculta a los consultantes para discernir entre los aceptable y lo desechable", precisó.
(SERVIMEDIA)
15 Jul 1993
F