Lasalle, que participó en una mesa redonda del Campus FAES en Navacerrada, hizo estas declaraciones después de que el presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, asegurase que Angel Acebes y Eduardo Zaplana representan una etapa del pasado por su protagonismo tras el atentado del 11-M.

El diputado popular manifestó que "no hay ningún tipo de crisis" en el Partido Popular. "El PP no es un partido dividido, no lo ha sido nunca y no lo va a ser tampoco ahora. Nadie, en ese sentido, consentirá eso", apostilló.

Lasalle advirtió de que el Partido Socialista "va a tratar por todos los medios de dar amplitud a lo que en modo alguno significa nada", en alusión a la supuesta existencia de dos facciones internas en el Partido Popular: una de perfil centro reformista y otra de corte ultra conservador.

"Bien tonto será aquel que dentro del partido quiera dar amplitud a lo que el PSOE quiera dar amplitud. ¡Bien tonto será! Porque en el partido no pasa nada y todos estamos de acuerdo en torno a lo que es el programa electoral del partido, a lo que es la acción del grupo parlamentario, a lo que es la acción de la estructura del partido y, por supuesto, lo que encarna el liderazgo de Mariano Rajoy", dijo.

Lasalle admitió que el Partido Popular es una "familia con nombres y apellidos" en la que pueden producirse diferencias por la presencia de "un hijo mayor" y "un hijo pequeño".

En su opinión, "es normal" que los dirigentes populares discrepen sobre ciertas cuestiones siempre que expresen sus opiniones "a puerta cerrada" en los órganos correspondientes.

Finalmente, el diputado del PP, habitual colaborador de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales que preside José María Aznar, aseveró que las diferencias internas "no rompen la familia".