Además, Rodríguez Galindo deberá comparecer cada tres días ante las autoridades judiciales, y no cada siete días, como venía haciendo esde su puesta en libertad el pasado 2 de agosto.

El juez tomó esta resolución siguiendo las indicaciones del fiscal jefe de la Audiencia Ncional, Eduardo Fungairiño, que comunicó a Gómez de Liaño que existían tres nuevos elementos a tener en cuenta en el caso, que habían sido conocidos tras el auto de libertad de Rodríguez Galindo, el pasado 2 de agosto.

El primero de los elementos, y desencadenante de esta nueva rueda de interrogatorios son las recientes declaraciones del ex agente del cuartel de Intxaurrondo, Felipe Bayo, en las que aseguró que Rodríguez Galindo y otros altos miembros del Ministerio de Interior conocían los hechos reltivos al secuestro y posterior muerte de los etarras Jose Antonio Lasa y José Ignacio Zabala.

Otro elemento ha sido la desclasificación de los papeles del CESID, cuyo contenido guarda relación con algunos elementos de las declaraciones del ex agente Felipe Bayo.

Finalmente, el último dato novedoso se refiere a los sucesos acaecidos en Tolosa (Guipúzcoa), donde la Guardia Civil realizó una redada y arrestó a más de 20 personas presuntamente relacionadas con ETA. El magistrado trata de determinar s las detenciones realizadas ese día fueron posibles gracias a las confesiones arrancadas a Lasa y Zabala, lo que demostraría que estaban secuestrados.

ENFADO DE BAYO

El juez Gómez de Liaño, además de citar a declarar al general Rodríguez Galindo, había previsto un careo entre éste y el ex agente de Intxaurrondo Felipe Bayo. Galindo se negó a declarar y carearse con Bayo, y alegó que "no voy a carearme jamás con un subordinado ni con nadie de la Guardia Civil".

Ante esta situación, Felipe Bayo,la salida de la sala en la que estaban reunidos con el juez, se dirigió a Rodríguez Galindo gritando "tanto hablar de subordinados, sois unos cobardes y unos mentirosos y no tenéis agallas, que se entere la prensa", ante lo que fue conducido rápidamente por miembros de seguridad de la Audiencia a otra dependencia.

PETICION DE CARCEL

Por su parte, la defensa de Felipe Bayo, ejercida por el abogado Angel López Montero, solicitó a Gómez de Liaño la prisión para el general Rodríguez Galindo, lo que Jore Argote, defensor del general, calificó como "insólito, además de irregular".

"No puedo creer que la acusación pida la prisión para mi acusado alegando que intenta parar el proceso", aseguró Jorge Argote, para quien "con este caso estamos escribiendo nuevas páginas en la historia de la Justicia en este país".

Finalmente, a la vista de la fianza de 25 millones impuesta por Gómez de Liaño, Argote aseguró que, a tenor de las características de su defendido, todo parecía indicar que éste no iba a paar la fianza, por lo que ingresaría en prisión.

En este sentido, el general Enrique Rodríguez Galindo había presentado antes de pasar a declarar ante Gómez de Liaño un escrito en el que aseguraba que "yo no concibo la libertad estando privados de ella los hombres que estuvieron bajo mi mando".

En el mismo escrito, Galindo aseguraba que las declaraciones realizadas por Bayo en las que le implicaba directamente en el secuestro y muerte de Lasa y Zabala, "son rotundamente falsas y las rechazo de plao", aunque "deseo hacer constar la inocencia de mis hombres, abnegados y sacrificados servidores de la sociedad".