Larrínaga se mostró afectado por el poco apoyo recibido de la Iglesia: "son muy contados los que me han llamado", afirmó. Explicó que el obispo Ricardo Blázquez le ofreció la posibilidad de cambiar de domicilio a Bilbao, pero sin embargo "no recibí el apoyo solidaio de venir los domingos a concelebrar conmigo la misa".

El párroco afirmó que no está en sus planes abandonar el Pais Vasco porque "sería una traición, no sería feliz". Ahora está a la espera de que se le asigne una nueva parroquía "donde haya menos nacionalismo", auqnue dice tener presente que le "pueden declarar la guerra en otro sistio igual que en Maruri".

Aseguró que tampoco piensa dejar la Iglesia porque dice no haber perdido la fe, aunque sí "la confianza en muchos hombres que están en la glesia ocupando cargos importantes". En este sentido insistió en que "entre el clero (vasco) el nacionalismo es mucho más fuerte que en la feligresía".

Finalmente Larrinaga, quien particpa en el curso de la Universidad Complutense "Terrorismo: nuevos retos y respuestas sociales" se refirió al "Plan Ibarretxe" para compararlo con "los referendums que organizaba Franco", y lo calificó de "ultraje, un ataque personal, un insulto a las víctimas y a todos los que luchamos por la paz".