La mayoría de las personas que audieron a la embajada eran españoles, aunque también numerosos ciudadanos de la colonia británica, así como turistas de visita en nuestro país, sobre todo estadounidenses y latinoamericanos.

Los ciudadanos que han expresado su dolor por la muerte de Lady Di no sólo se han limitado a firmar, sino que también han aprovechado para escribir dedicatorias como "A mi princesa de cuento de hadas del siglo XX", e incluso, una persona ha escrito una carta a Diana que ocupó una página entera de uno de los librosde condolencias.

Los libros, situados en la primera planta de la embajada sobre una mesa alargada, junto con un retrato de la princesa de Gales sonriente custodiado por dos centros de flores, tienen unas medidas de 15 centímetros de ancho y 10 de alto y están cubiertos por tapas de cuero negro con hojas de color amarillento.

Los dos libros de condolencias se trasladarán a la madrileña Iglesia de San Jorge, en la que el próximo domingo se celebrará una misa por el alma de Diana de Gales, a la que cudirán representaciones de varias embajadas.