En comparación con 2019, la deuda de empresas y hogares aumentó un 2,8%, mientras que el 140,9% que representa en relación al PIB es superior en casi 12 puntos al 130,5% de septiembre de 2019.

Según el Banco de España, tanto las empresas como los hogares contribuyeron al aumento en niveles de la deuda agregada. En concreto, la deuda consolidada de las sociedades no financieras aumentó desde los 932.000 millones de euros en septiembre de 2020 a los 954.000 millones de euros en septiembre de 2021, alcanzando el 81,1% del PIB, frente al 81,3% de septiembre de 2020 y al 73,1% del mismo trimestre de 2019. Si se incluyese la deuda interempresarial, la ratio sería un 104,8%, frente a 104% y 94,2%, respectivamente.

Por su parte, la deuda de los hogares pasó de 701.000 millones de euros en septiembre de 2020 a 704.000 millones en el mismo mes de 2021, situándose la ratio en un 59,8% del PIB, frente a 61,2% de septiembre de 2020 y a 57,4% en el mismo periodo de 2019.

Las operaciones netas acumuladas en los últimos cuatro trimestres, correspondientes a la financiación consolidada recibida por las empresas y los hogares, alcanzaron los 29.200 millones de euros, lo que representó un 2,5% del PIB. Las sociedades no financieras captaron financiación nueva equivalente al 2% del PIB y los hogares por un 0,5% del PIB.

Los activos financieros de los hogares alcanzaron a finales del tercer trimestre de 2021 un importe total de 2,462 billones de euros, un 5,8% superior al de un año antes. Este aumento, explicó el Banco de España, refleja la adquisición neta de activos financieros, que fue de 67.400 millones de euros en el último año, concentrada en depósitos y, en menor medida, en participaciones en fondos de inversión, a la que se sumó una revalorización de los activos de 68.500 millones de euros.

La revalorización se concentró en el primer semestre de 2021 en los instrumentos de participación en el capital de las empresas, aunque también se produjo en los fondos de inversión. En relación con el PIB, los activos financieros de los hogares representaron un 209,4% a finales del tercer trimestre de 2021, 6,6 puntos porcentuales más que un año antes, debido principalmente al aumento de los activos, superior al incremento experimentado por el PIB, y 16,5 puntos porcentuales superior al 192,9% del PIB que suponían en septiembre de 2019, periodo anterior al inicio de la pandemia.

Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se mantuvo en efectivo y depósitos (el 41% del total), seguido de participaciones en el capital (24%), seguros y fondos de pensiones (16%) y participaciones en fondos de inversión (16%). El componente de participaciones en fondos de inversión fue el único que incrementó su peso en los activos financieros de los hogares en 1,6 puntos porcentuales con respecto a un año antes, mientras que el peso de los seguros y fondos de pensiones fue el que más cayó (-0,7 puntos).

La riqueza financiera neta de los hogares, que se obtiene deduciendo sus pasivos de sus activos financieros, se situó en 1,697 billones de euros a finales del tercer trimestre de 2021, lo que supone un aumento del 8% respecto a un año antes. En relación con el PIB, los activos financieros netos representaron el 144,3%, ratio que fue 7,4 puntos superior a la de un año antes debido al aumento de los activos financieros netos, que fue mayor que el del PIB.

Las operaciones financieras netas de los sectores residentes (empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas) mostraron en los últimos cuatro trimestres un signo positivo (financiación neta otorgada) de 19.700 millones de euros, equivalente al 1,7% del PIB, frente al 1,4% observado un año antes. Los sectores que mostraron una caída de este neto en el último año fueron las Administraciones Públicas, hasta el -8,4% del PIB, desde un -8,1%, y los hogares, hasta el 4,2% del PIB, frente al 5,7% acumulado hasta septiembre de 2020.

A este respecto, el Banco de España explicó que la tendencia hacia cifras más positivas en el caso de los hogares -aumentos en la provisión de financiación- y más negativas en el de las Administraciones Públicas -aumentos en la captación de financiación- observada tras el inicio de la pandemia se ha revertido en los últimos trimestres, aunque no han retornado a los niveles observados en 2019.

Por su parte, el saldo de las instituciones financieras en términos del PIB aumentó, situándose, en el tercer trimestre de 2021 en el 3,3% del PIB, al igual que el de las sociedades no financieras, que se elevó hasta el 2,5% (frente a un 2,4% y un 1,4%, respectivamente, de un año antes). Dentro de las instituciones financieras, el saldo del Banco de España fue de un 0,2% del PIB, el de otras instituciones financieras monetarias, un 2% del PIB, y el de las instituciones financieras no monetarias, un 1,1% del PIB.