El editorial asegura que "nadie razonable en nuestro entorno puede aceptar la realización de la justicia violndo el Derecho" y añade: "pareciera hoy que Clinton y Blair pretenden afirmar una acomplejada madurez haciéndose perdonar los 'pecadillos' de juventud al encabezar una guerra para 'evitar la depuración étnica en Kosovo".

"La razón práctica", añade, "hace olvidar con frecuencia que los principios, la memoria histórica o los conflictos ancestrales, difícilmente se arreglan a 'bombazos humanitarios'. Nadie razonable en nuestro entorno puede aceptar la realización de la justicia violando el Derecho".

El editorial asegura que la intervención de la OTAN al margen de las Naciones Unidas sienta un peligroso precedente "que habremos de recordar en el futuro ante otras iniciativas que lo invocarán".

En opinión de la publicación guerrista, "la defensa de los Derechos Humanos ¿puede llevar a la imposición de su respeto, de la forma en que se está haciendo? Posiblemente el dolor directa e indirectamente causado sea mayor que el mal que se trató de evitar. Amen de la proporcionalidad exigible en la restauraión del orden violado, para muchos ciudadanos se ha hecho un ejercicio de prepotencia y quizás de cobardía al desarrollarse los bombardeos desde la seguridad propia".

El editorial concluye señalando que "sólo la sinrazón puede dificultar que Europa se empeñe más activamente en buscar soluciones razonables frente dinámicas bélicas que, al margen de legalidades, legitimidades y gestos redentores, han dejado un reguero de odios, de muertos y de daños materiales que hipotecarán a toda una generación de yuoslavos para restañar las heridas y reconstruir lo desolado".